Y es que resulta tan sencillo comprender el sistema de las amistades, sin embargo, claramente presentan más complejidades de lo que se puede notar de un modo simple. Por consiguiente, es más fácil comprender los puntos complejos al haberlos identificado, y de esta manera es también menos complicado asimilar el sistema como tal.
Me gustaría presentar lo que yo asimilo como distintos niveles de confianza como las capas de una cebolla y que a la vez las capas exteriores funcionen como los niveles de confianza más alejados a lo que me gustaría llamar el núcleo personal de cada uno y que representaría el lugar al que el acceso es bastante limitado. Hasta este punto la idea yo creo que está algo clara, por lo que pretendo hacer notar que los niveles de confianza pueden simbolizarse por las capas de una cebolla que van disminuyendo en tamaño conforme se avanza al centro o denominado núcleo personal, como lo quiero simbolizar. Claramente los niveles externos pueden tener cabida para mayor cantidad de ocupantes en comparación a los niveles que más se acercan al núcleo.
Independiente de qué tan amplias o pequeñas sean dichas zonas de confianza, es una tarea voluntaria e inconscientemente concientizada la que se realiza al denominar qué personas pertenecen a qué grupo, según como se les tiene considerados. No es algo que se haga de manera premeditada, ya que si así fuera, pierde la autenticidad del proceso y se vuelve algo calculador, frío y sin real sentido.
Cabe hacer la distinción que pese a tener personas compartiendo lugares que puede resultar privilegiados o tal vez no tanto dependiendo del punto de vista en el sistema de capas y distintos niveles, probablemente sucederá que no manejarán la misma información, aunque quizás si la misma cantidad (algo que no es realmente tangible y por lo tanto tampoco será comprobado), también será bastante posible que estos agentes que manejan distinta información no sean conocidos entre sí y que esta sea la razón que justamente origina el hecho de que dichas personas no compartan las mismas historias de parte de uno mismo(a).
Hipotéticamente, me imagino que si dos personas desconocidas se llegaran a encontrar para hablar de un amigo en común, el resultado podría ser bastante particular, porque se podrían revelar entre sí cosas que ambos conocían, pero también cosas que no tenían idea de dicha persona. Así, por ejemplo, es distinto contarle las cosas que se hicieron en un día de una manera trivial a cierta persona que contarle a otra persona de quizás mayor jerarquía (o quizás no mayor jerarquía, pero sí de una posición más neutra y/o distante a dicha situación) en la escalera de los niveles de amistad personal sobre lo que cosas o acciones representaron en niveles más profundos y perceptivos.
Como expuse anteriormente, no pretendo mostrar esto como algún tipo de regla general, pues dichas reglas generales siempre tienen excepciones y en este caso, también porque yo creo que de general no tiene nada y es que claramente habrá casos en los que no existen mecanismos de filtro y prácticamente todo es traspasado a un fiel receptor que a la vez probablemente hará lo propio con sus relatos propios.
Termino manifestando que me gustaría tener la posibilidad de reunir estas distintas opiniones y versiones sobre mí. Quizás algunas sean bastante parecidas, quizás otras sean radicalmente opuestas según percepciones y relaciones extra personales. Saldrían cosas interesantes, debatibles, refutables, aceptables y obviamente también acertivas.