Siempre he pensado sin tener siquiera la idea de incurrir en un error que hay una diferencia abismal entre saber jugar ajedrez y saber mover las piezas. Para muchos puede sonar para algo sin fundamento en lo que a la práctica respecta. Saber mover las piezas es bastante simple, solo hay que saber la forma de mover de cada pieza y ya se puede jugar algo así como a tontas y a locas, lo cual no es la idea por cierto.
En cambio, para saber jugar de una manera más menos correcta, hay muchas más variantes que se deben estudiar para conseguir movidas más precias en torno al objetivo en el que se quiera poner la atención, ya sea, defender o atacar.
Si bien hubó un tiempo en el que yo estudiaba temas así del ajedrez, como aperturas, defensas, finales, entre otras. Cosas que sí hacen profundizar más en el juego. El tiempo en que yo disfrutaba con el ajedrez pasó y ahora creo que simplemente sé mover las piezas, algo que no es tan difícil de saber hacer y que provoca muchos errores en una partida si solo se tiene ese conocimiento.
Quizás el encanto que encontré en esos años en el ajedrez no lo recupere nunca, pero hay que intentarlo, nada se perderá. Además es un bonito ejercicio para la mente el poder poner a prueba la capacidad de resolver problemas en el tablero. A lo mejor no se puede relacionar con algo más cotidiano para demostrar el beneficio que trae el pensar usando las 16 piezas disponibles y las 64 casillas dispuestas a ofrecer una opción en cada movida y que me ofrecen a mí, la posibilidad de indagar nuevamente en el tablero y redescubrir movidas elegantes, errores inmaduros, ataques inminentes y defensas casi intratables.
El video es solo una partida rápida, de las que yo solía jugar bastante... de ellas no se obtiene mucho, casi no se meditan las jugadas y se incurren en innumerables errores, pero sirven derepente para probar justamente la reacción ante la presión del reloj.
Chess, like love, like music, has the power to make people happy. Siegbert Tarrasch
Saturday, March 29, 2008
Tuesday, March 25, 2008
Mi suerte de tradición

Apostaría a que más de alguna vez te has sentido como yo en estos momentos. Podría afirmar que a todos nos pasa en algún momento, quizás es algo que se da de manera natural, quizás algunos (como yo) padecemos de esta suerte de enfermedad. Me refiero a las cosas que guardamos de una manera casi religiosa, pero a la vez hacen de estas cosas guardadas, un calvario al cargarlas. Porque claro... derepente sientes que en cualquier momento podrías escupir todo y sin preocuparte de consecuencias ni cosas así. Sientes que podrías botar todo a la basura como quién tira los papeles que le son inutiles al tacho. Desearías disparar tu discurso con rabia y soltar todo de una vez, pero sabes que las consecuencias no serían algo agradables, aún así, tienes ganas de mandar todo a la mierda, para poder de una vez, tener la cabeza limpia. Si fuera algo fácil, esta incomodidad no existiría... pero la complicación está ahí.
Creo que esta suerte de contradicción se me presenta con una frecuencia poco usual. Creo que no es algo conveniente, porque no me gustaría explotar a causa de algo así. Derepente debemos quedarnos así y seguir cuidando y tratando de controlar lo que pasa en nuestro entorno y una reacción tan energética como la supuesta, podría conllevar a un descontrol y pasar de ser un buen tipo, a alguien grosero, un cambio nada favorable.
Al parecer la maldita molestia seguirá, pues no es algo de vida o muerte... además, creo que a todos les pasa o pasará en algún momento... no seré ni el primero ni el último.
Monday, March 24, 2008
Kilómetro 8
Eran apróximadamente 8 kilómetros de caminata desde el lugar donde se hacía el respectivo ingreso. Un camino en ascenso sobre el nivel del mar y nada de plano en algunos momentos. Seguramente no era el monumento natural mejor guardado de este rico país, pero eso no significaba que la caminata emprendida no diera un fruto a la vista en todo su extensión. El paisaje era hermoso, no por que hayan sido praderas verdes y radiantes, sino porque era algo distinto... caminos rocosos, una vegetación seca y distinta a los campos que se acostumbran a ver en películas o paisajes más paradiciacos.
A pesar de todo, algo que me llamaba la atención, como mencioné antes, era la casi nula intervención del hombre en este lugar, ya que era algo que le daba un valor adicional al lugar para mí y como si las montañas guardaran celosamente este monumento.
Creo que iré más de alguna otra vez, podría ser porque el lugar era bonito, porque el ejercicio hace bien o simplemente porque quiera levantarme una mañana en Baños Morales y partir de nuevo a ese lugar, a disfrutar de algo naturalmente bello.
Wednesday, March 19, 2008
Dos décadas

Hace poco yo hablé que había comenzado a vivir mí segunda década en este planeta, como un organismo independiente. Ahora me dí cuenta que un 16 de marzo, mí familia cumple un año más y esta vez se conmemoró el año número veinte de la familia Valenzuela Salvatierra. Una familia que a mi gusto es bastante distinta a lo que es prototipo es bastante particular, incluso cuando siempre notamos rasgos de parientes en este o en cualquier caso.
Más allá de todos los altos y bajos, normalmente recordamos más los bajos que los altos, mí familia no es una utopía ni nada parecido. Somos 4 personas que no predican precisamente la unión familiar, pero que llegado el momento no hace falta hablar para saber que otros 3 están detrás del otro.
Son veinte años y en veinte años, muchas cosas pasan, muchos recuerdos quedan guardados sin querer tenerlos, hay cosas que a todos nos gustaría olvidar. Más allá también están los momentos de alegría, cosas que se olvidan con mayor facilidad en ciertos casos. Sin embargo, de aquellos momentos de felicidad, hay bastante... sonrisas que no se pueden inventar y que no salen de la nada. Justamente en ese grupo quedan los recuerdos de la noche del sábado, donde todo fue risas entre familiares de ambos apellidos.
No es por exagerar ni nada de eso, pero creo que si hiciera una suerte de resumen por todas las cosas que esta familia ha pasado, contar de alguna manera el viaje que se emprendió para llegar a estas dos décadas, sería digno de un guión dramático, algo de lo que no me jacto, pero es una realidad dura.
Me intriga el pensar hasta cuánto llegará el contador de los aniversarios... es algo que a la vez me da un poco de miedo pensar por motivos obvios, somos todos mortales. Pero creo que de igual manera soy afortunado al tener una familia así.
Monday, March 17, 2008
Anger management
He seguido caminando en línea recta por mucho tiempo
sigo sin ver algún rastro de vida o alguna luz.
No encuentro esperanza de estar vivo
quizás estoy soñando que camino,
mientras duermo eternamente.
Ahora el camino va en subida
es mucho más difícil sin tomar algun descanso,
caminar en la oscuridad del día es aún peor.
No oigo mis propios pasos ni tampoco siento frío ni calor.
Mis sentidos están intactos, pero no logro sentir nada.
Esta mierda parece una pesadilla de las más molestas.
No deseo nada más que esto acabe pronto.
Hacer callar esos susurros al dormir.
Si esta función no acaba rápido...
bajaré el telón antes de terminar
pues no querré ser visto enloquecido.
sigo sin ver algún rastro de vida o alguna luz.
No encuentro esperanza de estar vivo
quizás estoy soñando que camino,
mientras duermo eternamente.
Ahora el camino va en subida
es mucho más difícil sin tomar algun descanso,
caminar en la oscuridad del día es aún peor.
No oigo mis propios pasos ni tampoco siento frío ni calor.
Mis sentidos están intactos, pero no logro sentir nada.
Esta mierda parece una pesadilla de las más molestas.
No deseo nada más que esto acabe pronto.
Hacer callar esos susurros al dormir.
Si esta función no acaba rápido...
bajaré el telón antes de terminar
pues no querré ser visto enloquecido.
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