Friday, May 29, 2009

Maqui


El Maqui es un perro chico y negro, algo así como un poodle-toy, pero con nada casi de la fineza que esos perros suelen tener y que generalmente se les conoce por ser blancos y bien pintosos. Ese no es el caso del Maqui, el Maqui es un perro bastante más especial y particular que un montón de perros blancos que hacen a sus dueños creer que sus perros pertenecen a la realeza canina (o al menos así están presentados de manera mediática). Resulta que el Maqui llegó a finales del año 2006 (principios de diciembre si la memoria no me falla) habiendo sido encontrado por mi papá botado a las afueras de una estación de metro. Su primer día acá fue ajetreado, ya que mi papá había regalado al perro antes de llegar a la casa y al contarnos la historia a mí y a mí mamá, tuvo que ir a buscarlo de nuevo ante la insistencia que presentamos en querer al Maqui (sí, tuvo que ir a buscarlo donde ya lo había regalado, a quitarlo… ). Cuando finalmente llegó aquí estaba recién duchado, pero aún necesitaba más limpieza, era tímido, debía haber sido mal tratado y era algo miedoso.

El pobre hasta ha estado a punto de morir por accidente, fueron días tensos para nosotros, porque de verdad estábamos bien preocupados por la salud de él. También ha sido enyesado, porque una vez lo atropeyaron, aunque no fue tan grave como para un perro como él podría haber sido.

Hay que recalcar el hecho de que en sus al menos dos o tres meses aquí, el Maqui no tuvo un nombre fijo y el pobre debe haber tenido una confusión tremenda en su pequeña cabeza, porque le decíamos de diferentes maneras (Cholo y Negro siendo las predominantes). Ha sido inseparable con el Falco y aunque de repente han tenido sus riñas pasajeras y nada fuera de lo común entre dos perros que comparten un hogar y están siempre juntos. También ha sido bastante malcriado y en ocasiones muy regalón. Hay veces en que prácticamente exige comida de la nuestra cuando estamos sentados en la mesa y con sus delgadas patas apoyadas sobre la mesa y esa mirada de hambre o más bien de maña, porque siempre tiene su alimento servido, pero come aparentemente cuando no le queda otra. Hace algunos días, mi papá lo bañó y parecía un verdadero bebé. La pieza estaba con la estufe encendida para cuando él saliera de la ducha y lo secaran, además de eso, mi papá le dio un trozo de paracetamol en caso de que pudiera estar propenso a un resfrío (no sé qué efectividad tendrá el remedio en el perro, pero el gesto es el remarcable).

Ahora él está acá conmigo en el comedor, recostado en su cama descansando quién sabe de qué, estamos con la estufa prendida, porque hace harto frío y a nosotros nunca nos deja de asombrar la manera en que le cambió la vida al Maqui.

Maqui vs Falco
Maqui cojo

2 comments:

Mónica said...

por fin la historia del Maqui =)!

a R te TH a YA * said...

Buenísimo. Es muy lindO* La julieta lo quiere conocer... le gustan los morenos 1313.

cariños,

m u A k ~